Criando niños, creando vampiros...


Sí, continúo enferma de exhibicionismo (quién me habrá contagiado?) y parece que este mal desea trascender mis chocoaventuras personales hasta llegar a lo más íntimo y secreto de mi oscuro escondite (y no es mi baño, aún no estoy tan grave): mi familia.

Hasta los vampiros tenemos alguien con quien compartir la sangre y no necesariamente en una cena a la luz de las velas. Tengo cuatro chiquillos; sin embargo, sólo convivo de cerca con tres de ellos. Mis pequeños vástagos (aclaro que los cuatro son mis sobrinos, ok?) crecen y conforme lo hacen me llenan de orgullo (y a veces desesperación y una ganas inmensas de desaparecerlos, pero así son todos los duendecillos como ellos) haciéndome sentir parte fundamental de la creación de un nuevo ejército de ositos de jalea (Gummibärchen o como los conocemos por estos lares: panditas) sedientos de libros, fantasía, metal y sangre (al fin y al cabo prometen ser buenos vampiros)...


HIJO

(Quién es el nuevo galán?

"Ticoy!!!" -su grito de guerra y uno de esos extraños poderes que se arrojan sólo apuntando con el dedo-)

Lamentablemente esta foto es algo vieja (de hace 4 o 5 meses) y no permite apreciar cuánto ha crecido Mauricio (encontré en un texto que el nombre significa oscuro, como el metal que tanto le gusta, ¿coincidencia?).

Él es mi favorito, sería una mentira decir que no tengo uno.

Este pequeño vampiro es quien más ha presentado las características de la especie: los primeros dientes que le salieron fueron los colmillos superiores y gusta de morderme cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo, además disfrutó sobremanera vestir la capa negra de su disfraz vampirezco. Le agrada escuchar metal, sobretodo a Stratovarius, es un headbangger en potencia y de vez en cuando me pide galletas con voz gutural (sí, también gruñe para jugar conmigo), y si escucharan su hermosa risa malvada...


HOBBIT

("Yo soy vampira, los vampiros duermen de día")

Mi delgada vampireza, Aglae, adora las historias fantásticas (cuando comenzaba a hablar ya preguntaba por las hadas, duendes y dragones), el anime (su película favorita es "El viaje de Chihiro") y los libros, también está muy familiarizada con el metal y lo demuestra haciendo el símbolo con sus pequeñas manos; su imaginación es increíble, lo mismo que su memoria, así que es muy difícil llamar Hecate a la Luna cuando para ella es la "hermana mayor Selene". Tiene muchísimo estilo para lucir una capa y para desenvolverse en el extraño mundo que le ha tocado vivir; sin embargo, suele hacer unos berrinches que envidiaría el mismísimo Fëanor...




SPIELZEUGAUTO

(Grrrrr!!! -frunciendo el seño-

Spielzeugauto el hombre araña, Spielzeugauto tu tejes la red... -con música de "El hombre araña"-)

Felipe (lo sigo llamando Fernando por equivocación a pesar de las reprimendas que me ha hecho su mamá), el más pequeño, aún no se vampiriza del todo, pero pronto... Eso sí, frunce el seño haciendo un gesto de hastío que me agrada mucho, no le gusta que lo besen o abracen con efusividad: creo que es el más gótico de los tres.