Lo he dicho una miríada de veces, no tengo palabra. Más de dos meses después busco una oportunidad para redimirme, ponerme al día y contarles una de mis ahora escasas aventuras.
Enjoy!



Lo habíamos esperado toda la vida. Lo deseábamos desde que tuvimos conciencia de lo que ocurre en Europa. Lo anhelábamos desde lo más profundo de nuestras góticas, medievales y metaleras almas (según sea el caso y aplique a cada quien). Y, por fin, llegó al Ajusco el 1 de marzo de 2008, acompañado de 3 de mis bandas favoritas (como pueden ver en mi perfil) y un frío revitalizador... "Nada más me falta mi aurora boreal" dijo Adriana al anochecer...

Escenario en medio de la montaña



Mandrágoras fest, festival gótico medieval 
(así decía la propa...)

El negro a toda su expresión


Se dijo que era el primer evento de su clase en Latinoamérica. Lo fue.
Se dijo que veríamos a Clan of Xymox, Atrocity, Lacrimas Profundere, To/Die/For y Leave's Eyes; que habría transporte de regreso... Se dicen muchas cosas...

1 de marzo, 2008. Adriana y yo nos reunimos en Comonfort para salir al DF. 

A: Wow! Te ves súper pálida!
K: U_U Así soy...

Estábamos emocionadas... la verdad es que parecíamos gropies camino al backstage. Pero qué hacerle: faltaban horas para ver en vivo, de cerquita y a todo volumen a algunas de nuestras bandas favoritas. Así que con la emoción y la idea de pasar la noche "a la brava" llegamos a Six Flags en busca del prometido transporte que nos internaría en el cerro del Ajusco y en una dimensión alterna de diversión poco común en mi pueblo. Después de buscar, dudar de su existencia, pensar en pagar un taxi y no sé qué tantas ideas locas, hallamos la micro gótica del mandragora's fest cuyo contenido humano austó a más de un par de personas, sobre todo a los sujetos que pidieron raid y, arrinconados junto a un tubo, se preguntaban si sería un transporte especial... claro! Cuando bajaron y con el valor que da la distancia gritaban que nos divirtiéramos...

Tras un viaje escabroso y largo llegamos a nuestro destino: el rancho de la campana, que no tiene nada de rancho porque es sólo un terreno enorme enmedio de los árboles y con una cancha de futbol. Cansadas pues habíamos salido de Puebluca hacía 4 horas comenzamos la relajada ronda por los diversos puestos de ropa y "chacharitas" góticas y metaleras.



Gaitas y espadas

Oh, sí, vikingos!


Apenas comenzaba a caer la tarde y el ambiente ya era bueno: tipos tocando gaitas y música medieval por un lado; peleas con espadas y "cotonetotes" por el otro; bromas, chelas, conocidos, comida a montones. Y nosotras seguíamos rondando, armando un plan para la noche e intentando decidir qué comer entre toda la variedad.



Quite a small world

(izq. a der.) Kitsune, Sunshine, Adriana, Edén y Jesús


El mundo es pequeño, del tamaño de una morona de pan; nosotros, el suave, húmedo y verde moho cuyas esporas se conocen y reconocen en tan reducido espacio.

Mientras llenábamos nuestros femeninos y metaleros estómagos con una enorme hamburguesa nos encontramos con Edén, Jesús (también conocido como Guardado o Dios en sus más perversos sueños egocéntricos) y Sunshine, unos cuates de trabajan en una empresa de encuestas y cuando están en Toluca gustan de comer en la cafetería (mejor conocida como tienda con mesas) de mi Facultad, quienes sí llevaban tienda de campaña y accedieron a guardar nuestras mochilas en sus dominios. Y, entre la agradable plática sin sentido, el vodka y el tequila, se convirtieron en excelente compañía y guardianes de nuestra persona hasta el día siguiente.



Vientres, emos y death-folk

Sí, también había chicas con poca ropa y bailando sexy


Con el fin de protegernos un poco del frío, platicar a gusto, beber vodka (para el frío, claro) y fumar un par de shishas de sabores nos resguardamos en la "casa árabe". Sentados en mullidos cojines de colores, con música del medio oriente y chicas de poca ropa bailando acompañadas por instrumentos antiguos parecía que no estábamos en un festival.

Hasta que el escenario, sus luces de colores y el sonido de las bandas mexicanas rompieron el ensueño de la oscuridad... Decidimos acudir al llamado justo cuando LUTO comenzaba a tocar y del público salían en forma de gritos expresiones como: "bájense, pinches putos!", "emos putos!" y otros semejantes. Rodolfo y compañía tocaron un par de canciones antes de que comenzaran a llover hielos, vasos, limones y no quiero saber qué más.

No me gustaría comenzar de nuevo la polémica acerca de la participación de LUTO en el Mandragora's, sobre todo porque a mí sí me gusta la banda y los chicos me caen super bien. Aunque cabe decir que no fue la mejor elección por parte de los organizadores pues el estilo de LUTO (aunque recupera mucho el gothmetal) no quedaba con el evento, por lo cual fue tachado de emo (cosa que no es, aunque a veces se vistan como si lo fueran).

Después del incidente con LUTO tocó Erzebeth, la banda mexicana más esperada por el público, liderada por una mujer con una voz impresionante. En lo personal fue la mejor banda nacional en el mandragora's.

Por último no podía faltar la sacadez de onda gracias a un grupo que llamó mi atención desde que subieron al escenario (aquí una disculpa porque no recuerdo el nombre de la banda), sí, algo extraño que me gusta llamar death-folk: imagínense a un par de tipos más pintados que los mismísimos Lordi pero tocando flautas, violines y... bueno, ya se imaginarán...

Las luces blancas brillaron, el staff y otros jalacables se apresuraban a montar en el escenario los instrumentos de buena calidad. Los integrantes de Clan of Xymox se paseaban para verificar que todo estuviera en orden. Los gritos y la euforia no se hicieron esperar, estaba a punto de comenzar lo bueno...