1. Como los lagartos de Lorca, dicen que San Lorenzo está llorando, que lo hace cada mes de agosto porque sufre el martirio de la quemazón una y otra vez. Las perseidas anuales, sus lágrimas, penetran la atmósfera a 60 km/s calentándose hasta alcanzar temparaturas superiores a los 1 650 ºC. El santo es como un niño, mientras más llora más se quema.

Quienes estén listos para aguantar los lloriqueos de un santo recuerden que la transición del 12 al 13 de agosto es ideal para ver la lluvia de meteoros, sólo que este año tendrá competencia aún en las áreas apartadas de la luces citadinas: la Luna llena planea quitarle su pelota a Lorencito y quién sabe qué ocurra o quién haga más berrinche. Aún así parece que entre 4 y 5 am del 13 de agosto será el momento más oscuro de la noche; con un poco de suerte y paciencia habrá mucho para ver y maravillarnos del Universo que nada tiene que ver con el santito llorón.



2. El pasado 5 de agosto la sonda espacial Juno fue lanzada rumbo a Júpiter. Si todo sale bien deberá llegar al gigante en julio de 2016 para estudiarlo y ayudarnos a comprender mejor la génesis de nuestro sistema solar.

Por cierto, tres interesantes pasajeros salieron de la Tierra a bordo de Juno: figuras de Lego que representan al dios Júpiter, su esposa Juno y Galileo Galilei, que no es dios, pero sí fue un genio de la astronomía en la vida real.

See how NASA's Juno spacecraft will explore Jupiter like never before in this SPACE.com infographic.
Infographic - SPACE.com


3. Científicos de la NASA confirmaron que ciertos meteoritos poseen componentes fundamentales para la construcción de cadenas de ADN, lo cual confirmaría la idea de que los "ingredientes de la vida" llegaron a la Tierra desde el espacio en forma de kits listos para armar.

Si los componentes de la vida como la conocemos están rondando por nuestro vecindario espacial, ¿quién dice que no habrán encontrado ya otro buen lugar dónde crecer?

Video - NASA


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